Aporta seguridad e independencia a los consumidores frente a la incertidumbre en los mercados de otras energías
El pasado viernes 27 de mayo, Apropellets celebró en Pedrosa de Duero (Burgos) una asamblea extraordinaria, donde los principales productores de pellets de madera confrontaron la evolución de la temporada 2021-2022, ya finalizada; y los retos a los que se han de enfrentar la próxima temporada.
Para esta asamblea, se analizó, por primera vez, el mercado español durante la temporada de calefacción 2021-2022, frente a por años naturales como se viene haciendo habitualmente. A pesar de la indisponibilidad de algunos datos, la estacionalidad de la demanda y el interés para la preparación de la próxima temporada 2022-2023, en la que muchos productores ya están inmersos, hacia muy interesante la realización de este ejercicio.
La demanda española de pellets de madera sigue muy ligada a las estufas y equipos de menor tamaño, con un consumo muy concentrado durante la temporada de calefacción. Frente a otros países como Alemania, Austria, o Francia con sus apuestas por las calderas domésticas e industriales; en España el mercado de equipos de mayor tamaño (calderas domésticas, comunitarias e industriales) crece lentamente que permitiría mantener parte de la demanda a lo largo de todo el año (ACS, usos terciarios e industriales).
Crece de la producción y la demanda
Con los datos analizados, la producción nacional durante esta última temporada 2021-2022 se estimó entre las 420.000-480.000 toneladas. El volumen final producido estuvo en parte condicionado por el gran volumen de producto almacenado, tanto de remanente de la anterior temporada 2020-2021 como lo producido durante la pretemporada; pero que se consumió o puso a la venta a lo largo de esta última temporada.
El análisis de la producción por temporada, en comparación por años naturales, parece indicar que el crecimiento ha sido más significativo si nos fijamos en esta última temporada frente a las anteriores, que comparando los datos anuales de 2021 con respecto a 2020 y 2019. Esta situación mostraría una más clara recuperación del mercado durante esta última temporada, que la del año natural 2021 al completo.
Las estimaciones provisionales de la producción total anual de 2021 se situarían en torno a 692.000-755.000 toneladas recuperando, con probabilidad de mejora, los valores del mercado previos a la pandemia (715.000 toneladas en 2019).
Analizando con precaución los datos públicos de comercio exterior[1] entre octubre y marzo (el análisis de la temporada se extendería hasta abril, pero esos datos aún no están disponibles), muestran el mantenimiento de las cifras de entrada de producto de importación, prácticamente en su totalidad procedente de Portugal. Las cifras de exportación, sin embargo, se han visto duplicadas durante el mismo periodo, con un fuerte crecimiento del mercado francés e italiano, especialmente durante los primeros meses de 2022. Este incremento en las exportaciones las colocaría por encima de las importaciones durante la temporada, generando un saldo neto del mercado exterior positivo.
El crecimiento de la demanda nacional se cubrió sin tensiones ni roturas de stock, eliminando el sobrestock que venía siendo habitual durante las últimas temporadas, y aun posibilitando el crecimiento de las exportaciones.
El pellet de madera mantiene precios muy competitivos
Como el resto de los bienes de consumo y especialmente, el suministro energético, los precios de los pellets de madera también tuvieron una subida de precios, especialmente al final de la temporada. Este aumento de precios estuvo muy alejado del comportamiento de otras energías con las que compite, con un incremento interanual para la última parte de la temporada (primer trimestre de 2022) de entre el 5%-9%, en función del formato de venta, como muestra el Índice de Precios de la Biomasa[2] de AVEBIOM. Según este índice, los últimos precios, se situarían en el punto más alto de su curva histórica, entre los 0,06-0,066 €/kWh. Valores que nada tienen que ver con los precios de otras energías.
Al igual que en otros sectores los costes de produccion y logística se han disparado, especialmente debido al coste eléctrico, que ha pasado de suponer el cuarto en cuanto su aportación al coste total de producción; a ocupar un segundo lugar. En algunos casos, los altos precios del suministro eléctrico pararon plantas, reduciendo las capacidades de producción. Por otra parte, los problemas que se vienen acumulando desde la pandemia en el sector forestal y maderero, han provocado una disminución en la materia prima puesta a disposición del mercado y su consecuente aumento de precio. La falta de una clara y decidida política y planificación forestal por parte de las administraciones públicas ha agudizado la escasez de materia prima forestal para el conjunto de la industria maderera; y por tanto para el sector del pellet de madera, que se surte principalmente de subproductos de la industria manufacturera de la madera (76% de la materia prima del sector).
De cara al consumidor, han sido los productores los que han estado los últimos años absorbiendo gran parte de estos aumentos de costes de fabricación. No ha sido hasta esta última temporada, en la que finalmente se han tenido que trasladar este aumento de costes al cliente final.
Es de destacar, que a diferencia de la práctica totalidad de los países de nuestro entorno; donde el pellet de madera cuenta o ha contado en algún momento de los últimos años con un IVA reducido, en España le aplica uno de los más altos. Sin que en ningún momento las autoridades se hayan planteado, aunque sea de forma temporal como esta sucediendo al precio de la energía eléctrica, reducirlo. Este es desde hace años una de las reivindicaciones del sector para situarnos al nivel de los principales países de nuestro entorno.
La gestionabilidad y capacidad de almacenamiento energético intrínseca al pellet de madera, con los poderes caloríficos más altos entre los bicombustibles sólidos, permite al consumidor final, aprovechar las ventanas de oportunidad que ofrece el mercado a lo largo del año; que con una o dos compras al año podría tener cubierta sus necesidades. La compra adelantada en pretemporada puede suponer ahorros por encima del 10%, haciéndolo aún más competitivos si cabe.
Durante esta última temporada 2021-2022, quienes han decidido apostar por los equipos y sistemas de pellets de madera, han podido disfrutar de ahorros entre el 30%-60% frente a otros combustibles y soluciones de climatización.
La comparativa de costes con otras tecnologías sostenibles, como la bomba de calor, va a depender de otras características particulares: Emplazamiento y climatología, tarifas y potencias contratadas, temperaturas de trabajo, necesidades reales para alcanzar el confort térmico, etc. que condicionan las prestaciones reales de la bomba de calor. Frente a esto, la fiabilidad, y la garantía en la estabilidad en las prestaciones de los equipos de pellets de madera en cualquiera de las condiciones de trabajo que se le exijan, prácticamente aseguran costes igualmente de competitivos con respecto a la bomba de calor, y en muchos de los casos, con ahorros para tener en cuenta.
Potencial para el crecimiento, de la mano de la bioeconomía forestal
Apropellets ve con esperanzas la próxima temporada 2022-2023, con un crecimiento de la demanda, por el aumento en el parque de estufas y calderas y la competitividad en precio frente a otras soluciones más caras e insostenibles.
La evolución de los costes energéticos, en espacial el del suministro eléctrico, puede seguir afectando al coste de produccion y por tanto precio de venta; pero como se ha visto hasta ahora el precio del pellet de madera mantendrá su competitividad frente al resto de energías.
La recuperación económica ira viéndose también en el sector forestal y maderero, sectores con un fuerte potencial de crecimiento en España, tercera superficie forestal europea; que facilitaría poner a disposición del mercado un mayor volumen de la materia prima necesaria para la fabricación de los pellets de madera.
Hoy solo está en la mano de las administraciones públicas, poder acceder y valorizar la ingente cantidad de materia prima disponibles en los bosques; y que de otra manera solo suponen riesgo de incendios, plagas; ralentización del crecimiento de los sumideros forestales y de los productos madereros de alto valor añadido.
España, frente a lo que está sucediendo en países como Francia, Alemania, Austria, países nórdicos y bálticos, etc. esta desaprovechando el enorme valor, y los múltiples beneficios ecosistémicos asociados que supone apostar por el crecimiento de la industria forestal y maderera bajo los criterios de gestión sostenible que ya se vienen aplicando en España y Europa desde hace décadas. La biomasa forestal, y los pellets de madera en particular, solo son una pequeña parte de este sector, al que le aporta valor.
El sector nacional del pellet de madera ve con envidia la puesta en valor del pellet de madera en la planificación energética de los países de nuestro entorno; tanto con la presencia en las políticas públicas como en los incentivos. A pesar de todo ello en España, el crecimiento del mercado del pellet continúa, así como su potencial, a la espera de las decisiones políticas por parte de las administraciones públicas, que permitan desarrollar todo su potencial para el desplazamiento de las tecnologías fósiles, mayoritariamente presentes en la demanda térmica.
La descarbonización hoy es un reto y una necesidad que no debería permitirnos desaprovechar las oportunidades que ofrece la biomasa forestal, y los pellets de madera. Pronto podríamos ver como los países que más han apostado por la biomasa forestal; son los primeros en decir adiós al gasóleo de calefacción, e incluso ver reducida su dependencia del gas. Entonces quizás ya sea tarde, y España habrá perdido de nuevo una oportunidad.
La coyuntura política y energética europea y mundial actual, con la incertidumbre que provoca la guerra de Ucrania, la necesidad de diversificación energética, apostando por soluciones más sostenibles; y la imperiosa reducción de la dependencia exterior; aumentan el valor estratégico de los pellets de madera, la biomasa térmica en su conjunto.
El pellet de madera, con el potencial de desplazamiento de fuentes fósiles (neutro en emisiones de carbono), el valor como dinamizador de las economías locales en zonas rurales y despobladas (la mayor parte de las plantas de fabricación y zonas forestales se encuentran en localidades de menos de 5000 habitante);el potencial de recursos aprovechables disponibles (tercera superficie forestal, con el mayor índice de crecimiento de las masas forestales, y de lo menores niveles de aprovechamiento a nivel europeo), costes muy competitivos frente al resto de opciones energéticas; deberían hacer recapacitar a las autoridades para que la biomasa térmica, forestal y los pellets de madera, sean tenido en cuenta de acuerdo en la estrategia energética del país..
El sector del pellet de madera es hoy una respuesta medioambiental y económicamente sostenible a un parte importante de la demanda térmica.
[1] http://epp.eurostat.ec.europa.eu/newxtweb/
[2] https://www.avebiom.org/proyectos/indice-precios-biomasa-al-consumidor