Durante 2022, el año del alza de los precios energéticos en los hogares, para demandas similares y contabilizando todos los conceptos y gastos asociados a los principales sistemas de calefacción doméstica; los pellets de madera supusieron un ahorro de entre el 8% y el 70%, frente a sistemas de aerotermia, calefactores eléctricos, calderas y estufas de gasóleo o gas.
Crisis energética de 2022
Una crisis energética global provocó un alza generalizada de los costes energéticos en los hogares y con especial incidencia en la demanda de calefacción. Sólo la calefacción supone entre un 45-65% de la demanda anual energética de los hogares.
Esta crisis afectó también a los costes y precios de los pellets de madera, históricamente los más estables entre todos los suministros energéticos más habituales para la calefacción. Por unos motivos u otros; se generó una alarma alrededor de los pellets de madera, totalmente injustificada. Se puso la lupa sobre los pellets de madera cuando otras energías sufrían una mayor inestabilidad e incrementos de precios mucho más elevados. Especulación, elevación injustificada de precios, una supuesta perdida de competitividad frente a otras energías, desabastecimiento, etc. No había problema que no se le asociasen a los pellets de madera.
Lo cierto fue, que a pesar de un incremento de los precios de los pellets de madera durante 2022, en medio de una de las peores crisis de costes energéticos, materias primas y de otros indoles; calentar los hogares con equipos a base de pellets de madera, supuso la forma más barata para los hogares.
Para una misma demanda y confort, cuál es realmente la calefacción más barata
Son muchas las comparativas de costes energéticos, anuncios de ofertas atractivas, promesas de ahorro, equipos con eficiencias mágicas, noticias, etc. que uno puede encontrarse navegando por internet, redes sociales, prensa o que directamente le llegan a su correo o teléfono. Son comparativas de sistemas de calefacción que en muchos casos no cubren las mismas demandas o necesidades y por tanto no son comparables, cuando no son simplemente informaciones falsas. Muy habitual en los precios energéticos, es mostrar los precios de manera incompleta. O se comparan casos óptimos de la tecnología o suministro que se pretende vender, con los peores de la competencia.
Es importante recordar, que el mayor ahorro en los costes de la calefacción, se consiguen reduciendo la demanda, mejorando el aislamiento de los hogares (muros y ventanas), y racionalizando el uso de la calefacción con sistemas de control (termostatos).
Según el Estudio de la distribución del consumo energético residencial para calefacción en España, coordinado por GTR para el Ministerio de Fomento; el consumo promedio por viviendas, en función de tipología, localización y año de construcción se mueve entre 668 kWh/año y los 15.621 kWh/año. Un amplio rango lleno de casos particulares, que dependen de la zona climática, año de construcción (asilamiento de la vivienda), número de personas por hogar, horarios, y otras múltiples particularidades.
La zona continental, representa el mayor consumo de calefacción total y por vivienda, debido a su climatología, número de viviendas y otro tipo de condicionantes; por lo que es donde se focaliza este estudio.
Conoce tus gastos energéticos reales
El primer ejercicio que debería hacer todo consumidor es conocer sus costes energéticos reales. Analizando las facturas completas de gas, electricidad, gasóleo o pellets de madera. Incluyendo términos fijos, impuestos, transportes, etc., y dividiendo el coste total de la factura por la energía en forma de kWh, kg o litros consumidos.
Para electricidad y gas, llamará la atención la desviación con respecto a los valores con los que se anuncia estos suministros, y a los precios que aparecen en las noticias. En estos suministros, se suele poner el foco en el denominado termino de energía; cuando en la factura se incluyen y se han de pagar, otros conceptos. Para comparar entre ofertas tanto de gas como de electricidad, es fundamental valorar también los costes fijos, y no solo el termino de energía; para que los ahorros que te puedan ofertar en los términos de energía, no se pierdan por el incremento en los costes fijos.
En el caso de las facturas de gasóleo de calefacción y los pellets de madera, en las que estará incluido también el transporte, habrá que convertir los €/l o €/kg a €/kWh, de la factura. Para el gasóleo de calefacción habrá que dividir los €/l por su poder calorífico; 10,28 kWh/l (IDAE). En el caso de los pellets de madera los €/kg se dividirán por 5 kWh/kg (IDAE, principales productores de pellets de madera certificados).
Tecnología, equipos y eficiencias en igualdad de condiciones
Es importante tener en cuenta que el etiquetado energético de los equipos solo es realmente valido para comparar equipos de la misma tecnología y muy, muy similares y que cubran las mismas necesidades. Los datos de la etiqueta energética y los de las especificaciones técnicas se alejará bastante de los consumos reales de cada hogar. Se debe ser consciente que las etiquetas energéticas o las propias especificaciones técnicas de los equipos, solo muestran valores obtenidos en condiciones concretas de ensayo.
En el caso de las estufas y calderas de gas, gasóleo o pellets de madera; se pueden comparar equipos con potencias caloríficas, temperatura de trabajo, eficiencia y rendimientos estacionales similares. Aunque en el mercado existen equipos con rendimientos superiores, en este estudio se ha supuesto un rendimiento estacional de al menos 85%, mediante un uso racional de los equipos, y con cualquiera de estos tres suministros. Por supuesto en el mercado nos encontraremos con equipos mucho mejores, con rendimientos estacionales por encima del 90% y 95%.
En el caso de equipos a base de electricidad, tenemos por un lado los calefactores eléctricos, transformando la electricidad en calor mediante resistencia y el efecto Joules. Existen multitud de equipos en el mercado, con supuestos fluidos increíbles, colores, diseños llamativos, y mucho márquetin alrededor. Lo cierto es que, para cualquiera de ellos, el calor generado máximo es de 1 kWh térmico por cada kWh eléctrico. Cualquier supuesto ahorro, será debido a un menor uso, una menor demanda y menor confort.
Por otro lado existen las bombas de calor, siendo los equipos de aerotermia los más habituales en España. Dentro de la propia aerotermia, nos podemos encontrar sistemas a base de Splist, fancoils, radiadores, suelo radiante, etc.
Estos equipos en vez de transformar la electricidad en calor, lo que hacen es bombear calor del exterior al interior. Un volumen determinado de aire tiene una energía que puede ser aprovechada. Son equipos muy eficientes dado que no transforman sino que transportan energía. Pero muy dependientes de las condiciones de trabajo. Tanto de la temperatura exterior, del aire del cual se extrae la energía; como de la temperatura de trabajo del aire o agua mediante el cual trasladamos el calor al interior.
Es habitual ver y oír promesas de que por cada kWh eléctrico consumido obtendremos 4 kWh de calor aprovechable para el hogar. La propia hoja de especificaciones técnicas de los equipos rebajará estas alegres expectativas cuando trabajan fuera de sus condiciones óptimas de ensayo.
Cuando se pretende sustituir un sistema que aporta el calor para los radiadores que hasta ahora trabajaban probablemente por encimas de los 55º C, o colocar un Split o fancoil para sustituir una estufa o chimenea; y mantener el confort al que estábamos acostumbrados, se deberá exigir a los nuevos equipos que trabajen con las mismas temperaturas en que lo hacia los equipos sustituidos. Es fácilmente comprobable, la diferencia de confort existente entre un mismo flujo de aire a 35ºC frente a otro a 45-55-ºC.
Las aerotermias, pueden trabajar en un amplio rango de temperaturas exteriores, incluso hay equipos que pueden trabajar por debajo de los -15ºC en el exterior. Sin embargo, la potencia máxima capaz de aportar el equipo se va viendo reducida frente a la potencia de diseño, a medida que baja la temperatura exterior. Es importante dimensionar correctamente los equipos para los días de mayor frio.
Además, para mantener el correcto funcionamiento de los equipos, cuando las temperaturas van cayendo, los equipos se ven obligados a realizar desescarches, con un consumo de energía que no suele tenerse en cuenta, y que terminan pesando en el coeficiente de rendimiento estacional real, frente al especificado por etiquetas y especificaciones técnicas.
El coeficiente de rendimiento estacional (SCOP), en condiciones y requerimientos similares a otras tecnologías trabajando con temperaturas de por encima de los 50ºC; se sitúa más cerca de un SCOP de 2,5 que en los prometidos COP de 4. Si tenemos en cuenta, los mismos requerimientos que a otras tecnologías y todos los consumos asociados al equipo de aerotermia en las condiciones descritas, un SCOP por encima de 3 para toda la temporada de calefacción, no será fácilmente alcanzable en la zona climática continental.
Comparativas reales del coste del calor y el confort demandado
Para poder comparar todos los costes reales para una demanda de calefacción y un confort similar, una vez establecidos una climatología y unos requerimientos comunes para cada una de las tecnologías analizadas, solo se tiene que dividir los precios por kWh obtenidos de nuestras facturas reales y dividirlos por los rendimientos y coeficientes estacionales estimados para cada tecnología en situaciones y ante demandas similares.
En el mercado se puede encontrar decenas de ofertas y precios para cada suministro., especialmente durante 2022, por la enorme volatilidad de precios a lo largo del año en la mayoría de suministro. Con especial relevancia en aquellos suministros que no tiene un precio fijo, y en el que su coste real depende del día y la hora en el que en el que se produce su demanda. El frio a veces no coincide con los períodos más baratos de las tarifas variables.
Es imposible conocer todos los casos y facturas particulares para una comparativa de lo que realmente ocurrió en 2022, por lo que en este análisis se utilizan los precios medio anuales por cada tecnología obtenidos de las fuentes más fiables existentes.
En la siguiente tabla se muestran los precios medios de las facturas energéticas para diferentes suministros, así como las fuentes accesibles de donde se han obtenido estos datos.
Coste medio de la factura de los suministros energéticos en 2022 |
||||||
Gasóleo C |
Boletín Petrolero de la Comisión Europea/MITERD. Datos históricos obtenidos de Datos Macro Expansión[1] |
Media anual de los precios registrados durante 2022. Poder calorífico 10,28 kWh/l (IDAE) |
1,2865 |
€/l | 0,1251 |
€/kWh |
Gas natural |
EUROSTAT[2] |
Media de los valores semestrales para consumidores D1 (<5.555 kWh/año) y D2 (entre 5.555 y 55.555 kWh/año) |
0,1382 |
€/kWh |
||
Electricidad | Media de los valores semestrales para facturas de consumidores domésticos DC (2.500-4.999 kWh/año) y DD (5.000 y 14.999 kWh/año) |
0,3064 |
€/kWh |
|||
Pellets de Madera |
AVEBIOM[3], Apropellet, IDAEs |
Media de los valores anuales de los 4 formatos de venta (saco, pallet, volquete y cisterna) Poder calorífico 5 kWh/kg |
0,4239 |
€/kg | 0,0848 |
€/kWh |
[1] Datos Macro Expansión. https://datosmacro.expansion.com/energia/precios-gasolina-diesel-calefaccion/espana?anio=2022
[2] Eurostat https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/explore/all/envir?lang=en&subtheme=nrg&display=list&sort=category
[3] AVEBIOM https://www.avebiom.org/proyectos/indice-precios-biomasa
Para obtener una comparativa lo más real posible del coste de la demanda de calor; se dividen los precios medios de las facturas energéticas, por los rendimientos y coeficientes estacionales de los equipos estimados para unas mismas condiciones.
El resultado obtenido es el coste del calor demandado para mantener un mismo confort en condiciones similares en los hogares. De la siguiente tabla, con los precios del calor según la fuente de suministro, se obtiene una imagen de lo que fue la situación durante 2022.
Rendimiento estacional estimado o SCOP (estimado para condiciones de funcionamiento similares) |
Coste calor 2022 €/kWh |
||
Gasóleo C |
85%-90% |
0,1472 |
0,1390 |
Gas natural |
85%-90% |
0,1626 |
0,1536 |
Electricidad (calefactor eléctrico) |
1,00 |
0,3064 |
|
Electricidad (aerotermia) |
2,5-3,0 |
0,1226 |
0,1021 |
Pellet de Madera |
85%-90% |
0,0998 |
0,0942 |
Contrariamente de lo que se quiso transmitir durante 2022, fue que; a pesar de un aumento de los precios de los pellets de madera, estos se mantuvieron como la calefacción más competitiva en las situaciones más comunes.
El precio medio del calor generado mediante estufas y calderas de pellets durante 2022 se situó por debajo de los 10 céntimos de euro. Algunos consumidores tuvieron la suerte de tener precios más baratos aprovechándose de la disponibilidad de surtirse en los momentos de mejores precios, y otros en cambio hicieron frente a precios más elevados; pero que no deberían suponer un coste muy lejos de estos 10 céntimos de euro.
Es recomendable que todos los consumidores hagan el ejercicio de calcular su coste de kWh térmico, incluyendo todos los conceptos de la factura y realizar sus propias comparativas para una demanda de calor y confort similares.
Confort y calor sostenible
Al principio se ha mencionado la importancia de reducción de la demanda mediante la mejora del aislamiento, y uso de sistemas de control como los termostatos. No solo es la vía más barata, si no la más sostenible para cubrir la demanda de calor y confort de los hogares.
En este trabajo, se ha comparado solo aspectos económicos, para una demanda similar. Pero junto a lo económico, debemos valorar la sostenibilidad de nuestra demanda de calor. Hoy los pellets de madera, y resto de biomasa térmicas normalizadas, junto con la bomba de calor a medida que se reducen las emisiones de la generación eléctrica; son las soluciones más sostenibles y neutras.
El objetivo de cubrir la demanda de calefacción global de una forma neutra en carbono necesita de políticas que impulsen el abandono de los combustibles fósiles, empezando por eliminar los apoyos económicos de los que disfrutan las tecnologías fósiles, facilitando el acceso de subvenciones para la instalación de estufas y calderas de biomasa; y un IVA reducido del 10% para las biomasas térmicas sostenido en el tiempo.
En climatización no hay soluciones únicas, y debemos apostar y defender por todas aquellas soluciones sostenibles que mejor se adapten a las necesidades particulares de cada caso.