Aunque las temperaturas y el buen tiempo en la mayor parte del país dificultan imaginarnos en el invierno, ahora, con tiempo aun por delante, es un buen momento para pensar en cómo asegurar el confort térmico para la próxima temporada otoño/invierno; y no encontrarnos con problemas cuando las necesidades se nos presenten.
2020 lo recordaremos por la importancia que tiene sentirse los más cómodo posible dentro de la propia vivienda. La temporada del frio coincide además en que se pasa mayor tiempo en el hogar, y que los gastos energéticos aumentan considerablemente. La calefacción representa el 42% del consumo energético de los hogares, y más del 50% sigue siendo cubierto por combustibles fósiles (IDAE, datos 2018). Se hace necesario por tanto tener un sistema de calefacción que nos garantice una estabilidad en sus costes y medioambientalmente sostenible, sin escatimar en las necesidades térmicas que se necesiten.
Es importante recordar que el primer paso antes de pensar en cómo cubrir las necesidades térmicas en la vivienda, son reducirlas. Comenzando por mejorar el aislamiento de la vivienda (envolvente y ventanas). Pequeños gestos pueden ahorrar mucho en calefacción; ventilación adecuada, burletes, ropa apropiada, etc., sin tener que realizar una reforma de la vivienda, espacialmente cuando no se dispone de la capacidad económica necesaria. En todo caso es bueno valorar la ayudas existentes que nos faciliten la mejora del aislamiento y sistemas de climatización, como las nuevas ayudas del Programa PREE para la rehabilitación energética de edificios
Lo segundo es evaluar correctamente cuales son las necesidades reales que se tienen y dimensionar adecuadamente los equipos. Es fundamental pedir asesoramiento técnico que nos dimensiones correctamente la potencia térmica necesaria en función de los equipos generadores (estufas y calderas) y emisores (radiadores, suelo radiante, etc.) para no desaprovechar energía y evitar gastos innecesarios.
En la mayor parte de los casos, y mientras que la salida de humos no sea un problema irresoluble (siempre hay una solución) o que complique en exceso la instalación; las estufas y caldera para pélets de madera de calidad certificada como ENPLUS y DINPLUS, se posicionan como el mejor sistema que puede garantizar el confort térmico en la vivienda a un coste razonable, estable y medioambientalmente sostenible.
Los pélets de madera, como biocombustibles sólidos de origen forestal, garantizan la sostenibilidad medioambiental, por sus emisiones neutras, y su participación clave en el ciclo de la bioeconomía forestal. Ayudando a la gestión sostenible de los bosques y valorizando los subproductos que se generan durante las actividades de silvicultura, y en los procesos de transformación de la madera. Sin olvidar otros beneficios sociales y económicos de ámbito local.
Gracias a la tecnología y el avance en el diseño de los equipos de combustión, las estufas y calderas más modernas ya nada tienen que ver con los hogares y estufas tradicionales de leña y otras biomasas. Los equipos específicos para pélets de madera y los pélets de madera certificados forman un binomio que ofrecen las mejores eficiencias y mayores prestaciones; garantizando unas emisiones durante la combustión reducidas, mayor comodidad, seguridad en el funcionamiento y mantenimiento, y el confort térmico al mejor precio. El pélet de madera certificado (ENPLUS, DINPLUS) se posiciona como el biocombustible óptimo para que los equipos de combustión cumplan con los más exigentes requerimiento de ECODISEÑO 2020, y adelantándose a los requerimientos de ECODISEÑO 2022.
Pero no toda la gente dispone de los mismos espacios en las viviendas, ni tiene las mismas necesidades, ni cuenta con el mismo presupuesto. Las estufas y calderas disponen de un amplio abanico de equipos y sistemas que se adecuan a las diferentes necesidades que pudieran existir (tamaño, potencia, almacenamiento, automatización, etc.)
Los equipos más simples y de potencias menores son las estufas estándar de pellets de madera. El aire caliente es expulsado de forma forzada y regulable que sirve para climatizar una estancia. Existen algunos modelos sin necesidad de conexión eléctrica que funcionan por tiro natural, pero a costa de disminuir las prestaciones de control y programación. Existen equipos con hornos, cocinas, parrillas que permite además cocinar al estilo más tradicional.
Por otra parte, las estufas de pellet canalizables distribuyen el aire caliente por diferentes estancias permitiendo la climatización de viviendas completas. En este caso siendo siempre necesario una conexión eléctrica, y generalmente disponiendo de programadores más avanzados que facilitan el control y gestión de la climatización de las diferentes estancias.
Una forma de aprovechar la instalación prexistente de radiadores por agua son las hidroestufas o termoestufas, en las que de forma similar a las calderas los que se calienta es agua que puede distribuirse por las diferentes estancias gracias a los circuitos de radiadores o suelo radiante. En algunos casos, o mediante la instalación de un kit y acumulador externo, pueden además proveer de ACS.
Todos estos sistemas existen además en formato insertables o encastrables en los huecos de chimeneas tradicionales o realizadas de forma exprofeso, con lo que las posibilidades de diseño de las estancias aumentan.
Las calderas de pélets representa una mejora de rendimiento y prestaciones en su conjunto, proporcionando generalmente calefacción y ACS. El ACS solo, representa el 17% del consumo energético de los hogares (IDEA, datos 2018), y su demanda se extiende a lo largo de todo el año, ayudando a la amortización del mayor coste de esos equipos. Los equipos más compactos facilitan su instalación en casi cualquier espacio, siendo solo necesario valorar el almacenamiento en función de las capacidades de logística del producto existente. Estos equipos se adaptan tanto a sistemas antiguos de calefacción por radiadores como a sistemas de suelo radiante o radiadores de baja temperatura.
En el caso de edificios de viviendas y sistemas centralizados, cada vez hay más calderas centrales de mayor potencia que consumen pélet de madera, que suplen con las mejores garantías de precio y prestaciones a las obsoletas calefacciones centrales de combustibles fósiles.
Las redes de calor o “district heating” son otros sistemas en los que cada vez mas el pélet de madera va ocupando mayor espacio. Si bien en España aún es minoritario, en muchos países del norte de Europa, por su mayores prestaciones térmicas y facilidades en su logística y almacenamiento son cada vez más demandados. El mayor tamaño de los equipos y la centralización de los sistemas de calefacción de múltiples viviendas y edificios proporcionan una mejora de la eficiencia energética estacional y una reducción de los costes de explotación frente a sistemas convencionales, mejorando las garantías y disponibilidad del servicio, de forma cómoda y barata. Además, estos sistemas permiten mejores sistemas de reducción de emisiones, así como posibilitan la cogeneración, proporcionado en calor y electricidad local de bajas emisiones, e incluso pudiendo proporcionar además frio.
El pélet de madera certificado es el biocombustible forestal de mayores prestaciones y que en conjunción con los equipos más modernos, mejor garantizan el suministro de forma económica y medioambientalmente sostenible.
Fernando Hernández Cuadra
Secretario técnico de Apropellets y consultor energético